Existen posibilidades

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De acuerdo con el Manual para el Desarrollo de Ciudades Digitales en Iberoamérica, una ciudad digital se entiende como “aquella en la que, utilizando los recursos que brindan la infraestructura de telecomunicaciones y de informática existentes, entre ellas la denominada Internet, brinda a sus habitantes un conjunto de servicios digitales a fin de mejorar el nivel de desarrollo humano, económico y cultural de esa comunidad, tanto a nivel individual como colectivo”.

Entendiendo que una ciudad está conformada por sus habitantes y las interrelaciones que suceden entre ellos, lo digital aparece como una opción para optimizar los recursos y servicios para la población. En esta medida, orientarse hacia la conformación de una ciudad digital no es responsabilidad única del Estado o las instituciones, sino también principalmente de sus ciudadanos, quienes gracias a la formación son capaces de aprovechar y demandar nuevos servicios tecnológicos para comunicarse e interactuar con los establecimientos.

 Desde el pago de servicios públicos hasta la gestión médica o la formación de calidad on-line, todas las estrategias de digitalización de las ciudades buscan mejorar la calidad de vida de sus habitantes. “En definitiva, con el término Ciudad Digital, entendido como motor de la modernización de las ciudades de Iberoamérica, lo que se pretende es utilizar las tecnologías de la información y de las comunicaciones en forma masiva para mejorar el nivel y la calidad de vida de la población, mientras se eleva también la competitividad de los agentes económicos de la ciudad”1.

Los pilares de las ciudades digitales son las estrategias de difusión, capacitación e inclusión digital, atados a modelos que las orienten hacia la Sociedad del Conocimiento, impulsando la producción de contenidos, servicios y ofertas de valor por parte de las instituciones y los ciudadanos; para ello es fundamental contar con una infraestructura de telecomunicaciones que facilite el flujo efectivo de la información, con cobertura y acceso real superior al 80% en el territorio urbano.

Una vez superado que las políticas de desarrollo propendan hacia la digitalización y que los ciudadanos cuenten con la capacidad técnica y cognitiva para integrarse al proceso, cobra sentido el desarrollo de proyectos de teleadministración, teletrabajo, teleinformación, telemedicina y gestión de los servicios públicos, entre otros, que permitan a una comunidad llamarse “Ciudad Digital”.

Los componentes básicos para orientar una comunidad hacia lo digital son2:

  • Un conocimiento profundo y minucioso de las necesidades de sus ciudadanos y de la operación diaria de la misma ciudad.
  • Una integración efectiva de los grupos participantes que promuevan el desarrollo de servicios.
  • Servicios que ofrezcan a los ciudadanos confiabilidad, utilidad y seguridad, y que beneficien a la mayor parte de la sociedad.
  • Programas continuos de capacitación y educación para el uso de las TIC y sus aplicaciones.
  • Un despliegue constante y efectivo de las TIC que promueva la disminución de la brecha digital.
  • La constante generación de proyectos tecnológicos innovadores, sustentables y rentables que coadyuven al desarrollo económico, social, cultural, político, entre otras cuestiones.

Sin pretender alcanzar los índices de digitalización de ciudades como las de Corea del Sur, que han logrado alcanzar sus objetivos de desarrollo en relación con la modernización y la inclusión de las nuevas tecnologías al modelo urbano, las grandes y medianas ciudades de América Latina se orientan hacia la conformación de modelos de ciudad que sin ser completamente digitales sí aprovechan las herramientas que las TICs ofrecen para mejorar sus sistemas de información y el flujo de servicios y capitales.

En este informe queremos presentar una mirada a los factores clave de la digitalización en las ciudades de América Latina, tomando como referencia los datos aportados por el Ranking Motorola de Ciudades Digitales 2011, donde Sao Paulo (Brasil) resultó ser la mejor evaluada con un puntaje consolidado de 52,3.  En el caso Colombiano, Bogotá (puesto 8) y Medellín (puesto 14) fueron las únicas ciudades del país en clasificar dentro de las veinticinco pioneras del subcontinente, indicando que aún cuando el camino se está trazando todavía nos falta la mitad del recorrido.

 

Ciudades y administración pública digital

La base jurídica y de infraestructura necesaria para la modernización de las ciudades es responsabilidad del gobierno local.  En esta medida, uno de los primeros criterios para diagnosticar la proximidad de una ciudad hacia lo digital es la relación entre las nuevas tecnologías y la administración pública, entendida ésta como el conjunto de instituciones, personas y servicios que trabajan para la ciudadanía.

En materia de administración pública y TICs, podemos considerar relaciones en los siguientes ámbitos:

  • Infraestructura. La administración pública tiene la capacidad de decisión y financiamiento para el montaje de infraestructura alámbrica e inalámbrica que facilite el acceso a las intranets y extranets en todo el territorio urbano, sin el cual sería un despropósito pensar en una estructura de red y en un desarrollo digital conjunto.
  • Conectividad y acceso a equipos e internet.  El gobierno local puede abrir espacios públicos en los cuales sea posible acceder a dispositivos y redes digitales.  Así mismo, puede orientar políticas que faciliten la adquisición de dispositivos para la conexión personal desde los hogares o desde ubicaciones móviles.
  • Políticas de reducción de la brecha digital.  La función normativa de los gobiernos locales permite que éstos formulen estrategias orientadas hacia la digitalización, ofreciendo conexión abierta de internet en espacios públicos o creando telecentros donde además se brinde capacitación para el uso y apropiación de las TICs.
  • Aplicaciones de e-gobierno.  Una de las más conocidas funcionalidades de la digitalización de las ciudades es el desarrollo de portales informáticos que permiten realizar distintos trámites.  Para su verdadero funcionamiento es necesario que la información de las distintas instancias se encuentre integrada y pueda ser compartida por todos los servidores públicos con el fin de resolver de forma efectiva las necesidades del ciudadano.
  • TICs en derechos ciudadanos. Como parte de las estrategias posibles para las ciudades se encuentran avances en materia de seguridad con el uso de cámaras de video y sistemas integrados de vigilancia, o en materia de salud con asistencia médica remota. Así mismo, en materia de educación se requiere no sólo el desarrollo de programas de e-learning sino también de la implementación de las TICs en entornos de aprendizaje reales.

Florida (Uruguay): ciudad de referencia en materia de Administración Pública

La pequeña ciudad uruguaya es ejemplo al ubicarse en la primera posición del Ranking Latinoamericano gracias a su capacidad de migrar la administración real hacia el mundo digital.

Los jefes del gobierno local, la toma de decisiones, los trámites, los pagos y hasta los reclamos son completamente digitales en esta ciudad. Además de ofrecer a sus habitantes un portal único donde encontrar sólo con su número de identificación todos los certificados y recibos de pago. Así mismo, cuenta con un sistema de firma digital, perfectamente validado en materia de seguridad, que completa el círculo de trámites.

“En compromiso brecha, Florida ha implementado redes inalámbricas gratuitas en un modelo con terceros, políticas de telecentros con cursos de alfabetización digital y financiamiento de dispositivos a través de un plan Nacional (Plan Ceibal, ANEP, BROU)”3.

En el ranking, Florida aparece con un puntaje de 66.7 mientras que Bogotá, la primera ciudad colombiana en el listado, alcanza 58,1; cifra nada despreciable que indica que ha habido avances en la materia, pero que aún está pendiente la mitad del camino.

 

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Ciudades y ciudadanos digitales

Los ciudadanos constituyen el sistema nervioso de las ciudades. Por ellos se mueve cada una de las instancias públicas, el comercio tiene sentido y los servicios ofertados son cada vez más especializados en función de las necesidades de la población.

Pensar en un ciudadano digital es pensar en su capacidad de conexión a Internet, su acceso a dispositivos, la capacidad de aprovechamiento de los recursos virtuales disponibles y de su valoración de la oferta que la administración pública y las empresas le hacen en materia de servicios digitales.

“El máximo puntaje alcanzado por este actor es 38,2 y, comparado con administración y  empresas, los ciudadanos son los menos digitalizados. Dato que resulta lógico, puesto que la tecnología por cuestiones de precio llega primero a los sectores productivos y luego, cuando sus precios se reducen, se masifica a nivel de individuos”4.

Los factores a tener en cuenta en relación con los ciudadanos digitales en América Latina son:

 

Ciudades y empresas digitales

Las empresas son el sector pionero en innovación e inclusión tecnológica a sus procesos.  En esta medida, es pertinente que el tercer sector evaluado en el ranking haya sido el empresarial ya que a partir de la movilidad del sector y el interés permanente por optimizar sus actividades, lo convierten en el motor de la digitalización de las ciudades.

“La muestra está compuesta mayormente por Pymes (Pequeñas y Medianas empresas), reflejando la composición empresarial de la región. Son este tipo de empresas las que más contribuyen a la generación de empleo, al PBI y, en muchos casos, resultan el segmento clave en el desarrollo de las exportaciones. Sin embargo, las Pymes tienen baja incorporación tecnológica y, por ello, los indicadores sobre el nivel de digitalización de las empresas resultan bajos en muchos casos. La alfabetización digital y el costo de las aplicaciones de software, se presume, son las principales barreras que afrontan las Pymes al momento de querer aumentar sus niveles tecnológicos”5.

  • Internet / Intranet.  Uno de los primeros componentes de la muestra es la cobertura casi total en servicios de Internet, con un 98%; sin embargo, sólo el 38% de las empresas evaluadas cuentan con una red dedicada para los trámites internos de la organización.
  • Dispositivos móviles.  Asociado a las nuevas formas de tele-trabajo y a los servicios prestados no en las oficinas de la corporación, sino en las instalaciones del cliente, el consumo de dispositivos móviles para la organización y sus empleados registra una tendencia al aumento.  Asimismo, la necesidad de conexiones inalámbricas gana terreno y el 57% de las empresas desea implementar políticas cero-cables.
  • Relaciones con la administración pública.  El sector empresarial cuenta con la tecnología y la formación necesaria para mantener comunicaciones bidireccionales permanentes con la administración pública.  Tanto así, que el 64% de las empresas del ranking está interesada en realizar vía digital todos sus trámites con el municipio y la nación.

Las Condes y Serena (Chile): ciudades de referencia por sus empresas digitales

Las cifras hablan por sí solas.  El 100% de las empresas ubicadas en las ciudades de Las Condes y Serena cuentan con acceso a Internet. El 91% cuenta una o más páginas web que ofrecen sus productos y servicios.  El 29% de ellas utiliza estrategias de e-commerce y el 30% de sus empleados está conectado en permanente a través de su teléfono celular o dispositivos móviles. Bogotá aparece entre las primeras ciudades del ranking en materia de empresas digitales ocupando la posición número cuatro y Medellín se ubica en el puesto doce demostrando que el país tiene el potencial empresarial e industrial para orientarse hacia la conformación de ciudades digitales.

Fuente: ColombiadigitalDIGITAL-CITY-620x226

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